Estas funciones pertenecen sobre todo al hipotálamo que tiene la función de promover la conservación de la vida y la autoregulación del organismo. Es el punto de partida del conjunto de reacciones frente al estrés. Esta zona centraliza la información de todos los órganos de los sentidos y se puede considerar por lo tanto, como el centro de la somatización. En el caso del estrés, se produce un agotamiento del simpático y el parasimpático se encuentra confundido y no logra reaccionar.
Algunas mujeres tienen un comportamiento relacional más influenciado hacia el exterior, suelen ser dinámicas, ansiosas y con tendencia al estrés, en cambio en otras puede predominar un carácter más sereno, con tendencia a la quietud, menos en alerta. Por lo tanto, la sesión ayuda a ambas a equilibrarse.
Como hemos visto, los efectos en el comportamiento y en la salud están dados por la activación del sistema simpático y límbico, éstos a su vez liberan los siguientes neurotransmisores:
- Dopamina: encargada del humor ocasionando estados de placer, alegría y sentimientos de poder, es la hormona de sentir el sabor de la vida y ayuda en el desarrollo de la disciplina motivando la confianza en sí mismas, el sentimiento de generosidad, fe, libertad. y el aprendizaje constante. Es la hormona encargada de generar vivencias de amor a sí mismo y sentimientos de éxito. Uno experimenta muchas ganas de vivir.
- Serotonina: que actúa como antidepresivo, aumenta regulando el sueño, el apetito y el sexo.
- Noradrelanina: que produce la sensación de vitalidad. Modera la respuesta del cerebro al estrés, y produce neuroquímicos como las endorfinas o la serotonina, que ayudan a mejorar el estado de ánimo.
- Adrenalina: se libera con emociones de rabia, miedo, fuerza y angustia. A lo largo de las sesiones las mujeres evolucionan logrando armonizar sus emociones como la cólera, el miedo, la frustración, la impotencia, etc.
- Endorfinas: que calman el dolor e inducen sensaciones de placer.
- Oxitocina: hormona que disminuye el miedo, las fobias sociales, el miedo a ser humillado o avergonzado.
- Asimismo, se liberan las hormonas sexuales: estrógenos activando los órganos sexuales, regulando el ciclo menstrual en las mujeres y despertando el deseo y la capacidad de disfrutar del propio cuerpo.
Toda la sesión estimula diferentes partes del cerebro que están relacionadas con emociones positivas que refuerzan el sistema inmunológico. A nivel cognitivo mejora a atención y se refuerzan los circuitos neuronales relacionados con la voluntad.
El diseño de la Psicodanza permite el equilibrio nervioso tan buscado entre la actividad del sistema simpático y el parasimpático. El sistema nervioso y el sistema endocrino junto al sistema inmunológico actúan permanentemente imbricados en el mantenimiento de la salud. Su desregulación produce enfermedades que pueden manifestarse en el plano físico o psicológico.
En el trabajo de estos últimos años con grupos de mujeres, junto a Raquel González Buisán hemos constatado el efecto de sensibilización y transformación profunda de esta metodología, observando en las participantes un aumento de su salud y cambios positivos en su forma de ver y abordar la vida.
A nivel psicológico, se potencia el desarrollo de una identidad personal positiva, se adquieren habilidades y herramientas que permiten comprender y resolver los desafíos de la vida recuperando un equilibrio saludable.
A nivel físico, se relajan las tensiones musculares, se favorece la irrigación sanguínea de las glándulas y órganos por el estímulo del sistema simpático y parasimpático en todo el cuerpo, disminuyendo la ansiedad, la angustia, los miedos y el estrés. Asimismo, la gran sensibilidad que despierta el contacto corporal produce un efecto de renacimiento a nivel celular y enriquecimiento de la red neuronal sanando traumas y patrones enquistados.
Espero que te haya sido útil y como decía un programa en la tele: “no es lo mismo contarlo que vivirlo”, te invito a participar al Círculo de Mujeres que Danzan, para que lo experimentes, nos reunimos una vez al mes, en Barcelona.