Si no crees en la medicina natural y energética, este artículo es para tí.
febrero 25, 2019Beneficios físicos y psicológicos de la música y la danza
febrero 25, 2019Porque ha sido mi propio recorrido como camino de autoconocimiento y sanación.
De adolescente tuve muchas operaciones ginecológicas, muchas complicaciones, me diagnosticaron ovarios poliquísticos y me dijeron que era una patología crónica y que estaba destinada de por vida a tomar pastillas anticonceptivas. Comprobé que si me negaba el resultado era terminar una y otra vez en el quirófano de un hospital.
A los 30 años realmente me sentía muy desconectada de mi cuerpo, de mi sexualidad, mi autoestima bajo por los suelos, me sentía insegura y muy desarmonizada. En fin, no me sentía feliz, aunque tenía muchos motivos para estarlo, pero me faltaba algo.
Cuando descubrí que ese “algo” era la conexión conmigo misma, con mi esencia y por lo tanto con mi cuerpo de mujer y su sabiduría, comencé a ir a círculos de mujeres, hacer talleres y cursos y fue ahí cuando me encontré con mi primer obstáculo: mi ciclo menstrual falso.
Cómo iba a conectar con mi útero, con mi ciclo menstrual y sus energías si estaba tomando pastillas anticonceptivas y no podía, por prescripción médica, dejarlas!! Pero estaba tan decidida en sanar y recuperar la fortaleza de mi espíritu femenino que me embarqué en un viaje a través de la acupuntura, la alimentación y la fitoterapia que duró 1 año exactamente. El resultado de esta travesía, fue la completa sanación de mis ovarios, desafiando la loza de cronicidad que desde la medicina alopática me habían impuesto. Hace años que no tomo pastillas anticonceptivas, mis ovarios están divinamente y tengo un ciclo menstrual saludable.
Y así el camino de lo femenino no sólo me ayudó a sanar mi cuerpo físico, sino también a conocerme en profundidad, madurar, equilibrar mis emociones, confiar en mi misma y hacer florecer mi sabiduría interior.
Por esta razón, porque lo vivencie y fue el camino de retorno a mi misma, me dedico a acompañar a mujeres en sus procesos desde un enfoque femenino. El núcleo de mi trabajo es poder reconocer e integrar nuestros ciclos y arquetipos para sanarnos y conectar con nuestro poder interno, o sea, conectar nuestra personalidad con nuestra alma y desplegar todas sus potencialidades. Volver a habitarnos en todas nuestras dimensiones: cuerpo, emoción, mente y espíritu.
¿Y por qué un enfoque humanista? En mi experiencia, terapeuta y clienta crecemos y nos curamos juntas, pues ambas estamos conectadas consigo misma y esto permite estar conectada con la otra, es una vía de comunicación en ambas direcciones: enseñar y aprender juntas. Lo que sana no es el conocimiento de la técnica, aunque también es necesario e importante, sino el vínculo humano.
Para mi, es muy importante trabajar desde un modelo de relación simétrica, no jerarquizada, empática, cuidando y revisando mis creencias y emociones para no colocarme en el lugar de la que “sabe”, situando a la clienta en el lugar “de la que no sabe”, estando atenta a que mi personalidad no interfiera ni interrumpa el proceso de ella.
Esta actitud me permite cumplir con mi tarea que consiste en facilitar que cada mujer se autoafirme en sí misma como diferente y auténtica. Considero que cada mujer es dueña de sus propios procesos, que toma decisiones desde su propia voluntad y tiene la capacidad para realizar los cambios que necesita en su vida.
La Psicodanza, las Flores de Bach, Mujer Espíritu, la Carta Natal Maya y la Terapia individual son las herramientas que pongo a disposición de cualquier mujer que esté interesada en autoconocerse y sanarse a través de ellas.
Son maravillosos instrumentos de ayuda, tanto para mi como para mis clientas. Te impulsan a evolucionar, a gestionar inteligentemente tus emociones y sobre todo a reestablecer el bienestar y la salud en tu vida. Estas son las razones por las que me formé y sigo formándome con mucha atención, esmero y detenimiento en este camino de autoconocimiento y sanación femenina.
Y por supuesto, también acompaño a hombres que buscan reconectar con su sabiduría interior, equilibrar su energía femenina y masculina y sobre todo que necesitan ser acompañados en sus propios procesos. El camino femenino con el que yo me identifico no está en contra de los hombres, es inclusivo e integrativo, ya que la vida necesita hombres y mujeres que caminen juntos en conciencia, apoyo y amor.
Si no te sientes bien (sepas o no el motivo) o quieres cambiar una actitud que te está limitando y sientes que te puedo acompañar, aquí estoy!
Y si te apetece, todos los meses hay Encuentros online de Psicodanza Integrativa para mujeres, no necesitas saber danzar ni tener ritmo. Es un práctica para conectarte contigo misma y con tu fortaleza interior a través del cuerpo. Estás invitada!
2 Comments
Hola, tienes sede también en Bogota, Colombia?
Hola Ayde! Lamentablemente no! Si algún día andas por Barcelona estás invitada al Círculo de Mujeres que Danzan! Un abrazo grande!